Mi alma es una orquesta oculta; no sé qué instrumentos tañen o rechinan, cuerdas y harpas, timbales y tambores, dentro de mí. Solo me conozco como sinfonía.
Minha alma é uma orquestra oculta; não sei que instrumentos tangem e rangem, cordas e harpas, timbales e tambores, dentro de mim. Só me conheço como sinfonia.
Fernando Pessoa, «Livro do Desassossego» [Libro del Desasosiego]
Hoy día 13 de junio de 2021 celebramos los 133 años del nacimiento de Fernando Pessoa, uno de lo más grandes escritores de la lengua portuguesa.
La poesía de Fernando Pessoa – ortónima – conjuga lo tradicional con lo modernista. El Modernismo llega a Portugal de la mano de la revista Orpheu (1915) fundada por Fernando Pessoa, Alamada Negreiros y Mário de Sá-Carneiro, entre otros, con la intención de innovar en el panorama literario luso.
Pessoa y sus heterónimos han dejado un importante legado del cual nos queda por descubrir todavía de su obra, una constante orquesta.
Os preguntaréis, ¿qué son los heterónimos? Etimológicamente la palabra heterónimo significa “que cambia de nombre” y no debe ser confundida con el término «seudónimo».
La heteronimia consiste en la creación por parte de un único autor de varias identidades totalmente separadas, independientes y con estilo propio como si se tratasen de autores distintos, debido a que a cada uno les es otorgada una biografía, personalidad, características y estilos únicos. Los heterónimos pessoanos son la expresión máxima de la búsqueda constante de su universo poético.
Entre sus principales heterónimos destacan:
- Alberto Caeiro;
- Ricardo Reis;
- Álvaro de Campos.
Alberto Caeiro fue el primer heterónimo creado por Fernando Pessoa y también el más alejado estética y culturalmente de su creador. Representa la poesía de las sensaciones y la naturaleza (nació en 1889), campesino lisboeta, defiende el pensamiento obtenido por el mundo real, por tal motivo no cree en Dios, simplemente porque no lo ve. Es el poeta de las sensaciones (principalmente visuales) y la objetividad es una constante en sus poemas.
No creo en Dios porque nunca lo he visto.
Si él quisiera que yo creyera en él,
seguro que vendría a hablar conmigo
[…]
Alberto Caeiro, El guardador de rebaños
Ricardo Reis es el heterónimo epicúreo por excelencia. Es un médico monárquico convencido y clasicista puro y fiel a la filosofía de la antigüedad grecolatina. Su poesía manifiesta el sufrimiento de la vejez, el paso del tiempo y la muerte. A diferencia de Caeiro, evidencia un estilo marcado, ávido por la perfección, intentado permanecer en el Olimpo desde la tristeza en el arrullo de un placer perecedero.
[…]
la vida pasa y no se queda, nada deja y nunca regresa,
va hacia un mar lejano, junto al Hado,
más lejos que los dioses
[…]
Ricardo Reis, Ven a sentarte conmigo, Lidia a la orilla del río
Por otra parte, Álvaro de Campos simboliza la voz más compleja de todos los heterónimos representando así los cambios e influencias en su obra. Se extiende desde composiciones como Opiário (su fase decadentista y simbolista), para ser influenciado posteriormente por el futurismo whitmaniano en Ode Triunfal, Saudação a Walt Whitman y Passagem das Horas publicadas en la Revista Orpheu, culminando con una última fase desprovista de influencias claras, a partir de A casa branca nau preta (1916) hasta la muerte del poeta.
No soy nada
Nunca seré nada.
No puede querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.
Álvaro de Campos, Tabaquería
Fernando Pessoa es una autor de lectura obligada. Su obra es sin lugar a duda un referente esencial que debe ser explorada de manera lúdica para despertar el gusto y la apreciación por parte de los lectores, sensibilizándolos al presente de este universo literario.
Os dejamos con estas líneas del poema de Fernando Pessoa, Mar Português:
[…]
¿Valió la pena? Todo vale la pena
Si el alma no es pequeña.
[…]
Valeu a pena? Tudo vale a pena
Se a alma não é pequena.
[…]
Fernando Pessoa, Mensagem
© Jacqueline Oliver, 2021 (Texto)